Reflexiones de Juan Requesens

Perdonen mi silencio, así como usted soy humano, y el domingo fue sin duda un día en el que mis emociones sufrieron un duro golpe contra la realidad impuesta por esta dictadura. Soy terco e irrevetente, y aunque la racionalidad debe imponerse en esta profesión, apartar las emociones se me hace imposible. Pero muchas veces es mejor ordenar las ideas antes de hablar que salir a decir algo que resulte peor que el silencio. Fraude? Eso es evidente, y de los peores que hemos vivido por parte de esta dictadura. Todo el aparato al servicio de unos miserables que desde el poder quieren mantenerse allí a toda costa. La culpa? Estos apátridas nunca van a hacerme creer que los responsables somos los venezolanos. No es de nuestro lado o de los que nos siguen que está la culpa. Nuestra gente que día a día sufre las consecuencias de este desastre. Hambre, Inflación, Muerte, Represion, Incertidumbre, Desolación. Esa misma gente que hoy busca respuestas de nosotros sus políticos, que necesita esperanza y una ruta clara y coherente para salir de esta pesadilla. La culpa la tiene el gobierno Porque son tramposos, porque son asesinos, porque son ladrones, porque son dictadores. Nosotros? Los políticos? Si! Debemos rectificar de los errores, debemos decir siempre la verdad, debemos ser coherentes, debemos plantear respuestas a diversos escenarios, pero siempre, siempre debemos levantarnos con el pecho en alto y seguir luchando por encima de las dificultades. Si debemos mejorar, superar escollos, incluso aumentar nuestra dedicación por y para la gente; siempre con la verdad, con la
consistencia de nuestros argumentos y nuestras denuncias.  La pelea contra una dictadura cómo está no es fácil, soy de los que cree fielmente que no hay dictadura buena pero esta sin duda es una  DICTADURA VORAZ, voraz en lo despiadada y miserable, voraz en la promoción de maldad y voraz sin duda en encontrar mecanismos para propinar nuevos golpes a los venezolanos. Esta es una dictadura que busca incluso arrebatarnos el alma y el espíritu para pensar que no hay salida. Yo tengo 28 años, buena parte de mi corta vida la he dedicado al combate contra estos señores y les confieso algo: yo no voy a dejar de pelear, y mientras más sangre, dolor y hambre promuevan estos apátridas con mas fuerzas y mas ganas voy a luchar! Miedo? Claro, incertidumbre? También. Pero con la motivación y la claridad de que nunca debemos bajar los brazos ni la cara a los traidores. Mientras exista un venezolano sufriendo, esta generación tiene la responsabilidad de luchar. Nos quieren confundir, humillar, desarticular y desmotivar, pero frente a los dictaduras más fuerza, más ética, más moral y más ganas. Hoy más que nunca debemos apostar a la unidad del pueblo venezolano, a la unidad de nuestra gente. Es necesario responder preguntas que no han sido respondidas! Y para eso promover un profundo debate y sobre la marcha! Garantías Electorales, Elecciones Generales, Liberación de Nuestros presos, justicia por nuestros muertos y soluciones de inmediato a todo ese pueblo que hoy muere en los hospitales por falta de medicamentos, en sus hogares por falta de alimentos o en la calle asesinados. Madres lloran por sus hijos, padres sufren por sus familias, jóvenes anhelan futuro, abuelos añoran el pasado y nosotros los políticos, por ellos, debemos ir a extender nuestras manos y decirles con convicción de dónde venimos, donde estamos y hacia donde vamos. Este fraude lo afirmamos todos, lo sabe Venezuela, lo sabe el mundo y aquí lo que nos pide Venezuela es una salida inmediata de estos señores que desde Miraflores nos están acabando.