Alicate
El camino diplomático se decreta lento,
cuidadoso y, en ocasiones, hasta sinuoso. Nadie puede desentrañar,
acertadamente, las causas que sustentan esa particular y especial forma de
accionar que ostenta el mundo de la diplomacia; ni siquiera los grandes expertos
en asuntos internacionales logran descifrarlo. Su complejidad le hace ganar -en
alto grado- la desconfianza mundial, más aún, cuando todavía existen
dictadores, asesinos, corruptos y mafiosos deambulando como moscas. Resulta
paradójico, mientras más globalizados e interconectados vivimos, crecen de
forma desmedida los flagelos causantes de las desgracias sociales: La xenofobia
y el autoritarismo; ambos con sus diversas expresiones.
Es imperioso entender -a pesar de su
paquidérmico accionar- que la comunidad internacional inició, desde hace rato,
estrategias asertivas para concretar el objetivo común que se ha propuesto; la
salida de Maduro con el menor trauma posible. Claro, esto no significa que no
estén planteadas soluciones traumáticas y de mayor peso político. El cambio de
perspectiva del mundo hacia Venezuela no surge por generación espontánea, sino
gracias al enorme trabajo en el ámbito internacional que han suscitado la Asamblea
Nacional -a través de la comisión de política exterior- y la mayoría de los
diputados opositores; grupo en el que hay que destacar a Julio Borges, Delsa
Solórzano y Luis Florido como los abanderados.
Ciertamente, la criminal y escandalosa política
de represión, violación de los derechos humanos, lavado de capitales,
narcotráfico, corrupción y mala praxis en el manejo de la cosa pública que ha
mostrado el régimen en los últimos años, también, sirven como cartilla de
primaria para que países de la región y de otras latitudes, conozcan el
abecedario del modelo anacrónico aplicado en Venezuela que, además de ser
inviable, no comulga con ningún precepto básico de la democracia moderna. A
estas alturas, se conocen cuáles fueron las motivaciones de Chávez cuando llega
al poder: enriquecerse, promover la división social y financiar al comunismo.
La verdad oculta que se dejó ver luego de la muerte del “progenitor rojo”, es
que los hermanos Castros y el Foro de Sao Paulo, esperaron agazapados la
llegada de un monigote a cualquiera de las presidencias del continente y así
expandir su ideología monetaria; lo demás es historia.
El “alicate internacional” presiona a medida
que transcurren los días. Él continente en pleno, además de naciones europeas,
procuran detener -sin reparos- la desvergonzada actitud destructiva del
régimen. El mundo civilizado, es consciente de que el régimen madurista es una
estructura delictiva sin precedentes históricos, razón que los ha llevado a
resolver de manera urgente y rápida el avance de esta mafia que ha mutado de
grupo delictual, a una especie de federación mundial del crimen organizado.
Indudablemente, a medida que se acerca el circo electoral del 20M, las
maniobras de la comunidad internacional se harán más duras y quirúrgicas. La
reciente detención en España de la extesorera y el jefe de seguridad de Chávez,
el descubrimiento del servidor paralelo de PDVSA, entre otras acciones, denotan
que el tiempo se detiene implacablemente.
Es entendible, mientras nos encontramos
anegados hasta la punta de la nariz, gracias a la perversa ruindad roja y de
cada uno de sus adláteres rojos y de otros colores, será difícil observar el
movimiento, cual reloj suizo, de los engranajes. A medida que suba el nivel de
la cloaca madurista, tendremos que tratar de fijar la mirada entre las pocas
mirillas que aún permanecen abiertas y, si alcanzaran a sellarlas, tendremos
que aprender a leer en braille con la necesidad de palpar un futuro que está a
la vuelta de la esquina y que resulta difícil precisar. No es ciencia espacial,
a Nicolás, el cupón The President' s Day le caduco.
Las declaraciones del presidente Santos y del
Senador Rubio dibujan a todo color, el rumbo que toman las naciones
democráticas. La reanudación de relaciones diplomáticas de España y Panamá, no
solo pueden traducirse como un simple recule inesperado del régimen. Las
incesantes críticas internacionales dan preponderancia a la legitimidad de
origen de Maduro, más que a la legitimidad de desempeño. Esto ocurre, no porque
sea menos significativo, sino porque el origen constitucional de una
presidencia es la piedra angular de cualquier gobierno. Que algunos embajadores
retornen a Venezuela, configuran la estrategia de establecer puentes de
comunicación directa con Miraflores. La respuesta a la negativa de Maduro de
suspender y realizar las elecciones bajo estándares democráticos aceptables, hará que las posturas internacionales sean más contundentes y certeras. Nada es
casual.
La comunidad internacional se prepara para lo
inevitable. Luego de que la Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá
afirmara que: "la situación en Venezuela fue uno de los temas de discusión
en la reunión del G7, la administración Trump, comenzó una cruzada de emplazamiento a través de
las cuentas oficiales de su Embajada en Venezuela y del Departamento de Estado,
para que Maduro permita la ayuda humanitaria; detalle no menor, pues cambia el
juego radicalmente. De algo podemos estar seguros, el asunto no pasa por el
tamaño del alicate, sino en saber cómo, cuándo y dónde usarlo; la primera
apretada se hará el próximo lunes en la sesión del Consejo Permanente de la OEA.
Miguel Peña G.
@miguepeg
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