Cita Ineludible




La frase: “Todas las opciones están la mesa”, significa que cualquiera de ellas puede ser utilizada. Algo tan claro como esto, no necesita mayor explicación y, mucho menos, análisis profundos. Tropezar con argumentos anodinos que permitan justificar una sola alternativa, nada más traerán frustraciones, desengaños e improvisaciones cuando llegue la hora de dar la batalla final; la electoral. Sin ninguna duda, durante dos décadas de lucha democrática, hemos recorrido caminos escabrosos y llenos de espinas que nos han hecho dudar a cada instante, sobre si vale o no la pena, la libertad del país. La lluvia de tropiezos y desaciertos a los que hemos sido expuestos, han tenido –paradójicamente- un efecto contrario en nuestra convicción ciudadana; siempre seguimos de pie y con más fuerza.

Nadar en contra de la corriente oprobiosa del régimen chavista, ha resultado una tarea titánica, por decir lo menos. Los sacrificios y las lágrimas ciudadanas resultan inconmensurables; no existe una medición fiable. En nuestra historia republicana, escasean registros que certifiquen tanta desesperanza social junta, ni siquiera en las dos grandes dictaduras del siglo XX –Gómez y Pérez Jiménez-, hubo esta desolación e incertidumbre que vivimos desde el año 98 y, acrecentada, en los últimos cuatro años. Nos encontramos en un momento estelar, donde la sensatez y el accionar político deben ir de la mano. Es necesario tener sentido lógico en lo que se dice y hace, porque si persistimos en mantener la diatriba conceptual y existencial de la estrategia, estaremos condenados a perder la mejor oportunidad que se ha presentado en veinte años de dictadura.

El régimen madurista entró en conciencia de la realidad que le rodea y espera. No es un secreto que en Miraflores han entendido, que no podrán dilatar con mentiras y verborrea ramplona su salida del poder. De allí que hayan puesto en marcha, la acostumbrada táctica de cuatro ejes que emplean cuando se saben perdidos y en desventaja. Desprestigiar a la oposición, promover la división democrática, mostrar aparente “control” y arreciar la represión, forman parte de una plantilla que le ha dado réditos en el pasado, claro está, el presente sociopolítico de Maduro es totalmente diferente. La urgencia de esquivar -como pueda- el informe demoledor de Bachelet, lo empuja a sentarse con quien sea para ofrecer villas y castillas.

Ciertamente, la desconfianza surge de inmediato cuando se escuchan palabras como negociación, acuerdo, etc., sobre todo, porque son frases signadas por los fallidos procesos de acercamiento, donde el régimen se burló de todo el mundo con el propósito de ganar tiempo. ¿Qué es diferente ahora? Varios elementos revisten escenarios más favorables para la restitución de la democracia. Por ejemplo, en esta oportunidad, el régimen conoce que existe una amenaza real en contra del Statu quo chavista. La posibilidad de que varios personeros del régimen sean juzgados por la Corte Penal Internacional, comienza a resquebrajar lo que el politólogo John Magdaleno cataloga como: “la coalición dominante.”

Nadie puede dudar que en los últimos meses, se vienen configurando variables que nos harán llegar a una transición. El conjunto de presiones internacionales ha ido intensificándose día tras día y, de manera quirúrgica, cercenan el accionar del régimen; en lo político y militar. La separación del partido comunista del polo patriótico, es una muestra real de que el fin esta más cerca de lo que pensamos. Además de chulos y resentidos de la política venezolana, el PCV se caracteriza por saber medir los tiempos; ejecutan a la perfección cuando es el momento de retirar apoyos. En este punto, la capacidad de entendimiento es importante, pues, las transiciones a las democracias no deben ser consideradas como eventos de un día. Al contrario, son procesos complejos que presentan un dinamismo político cambiante y, asimismo, presenta actores que no figuraban en la ecuación original.

La cita ineludible es ahora. El tiempo apremia y la participación de todos se hace indispensable para dar el puntillazo final a la dictadura. Aunque algunos todavía se resistan a la idea, el mapa político deja ver líneas bien definidas del desenlace que llega rápidamente y que, en las filas rojas, ya confrontan sin más remedio. Las imaginaciones de lo que ocurrirá tendrán que dejarse de lado, nada puede quedar en manos del azar y de pareceres tuiteros. Del lado democrático, hay gente muy seria trabajando incansablemente en favor de nuestro destino democrático. Llegó la hora de que la sociedad pensante del país, también se ponga seria y enfile sus esfuerzos en concretar el cese de la usurpación, gobierno de transición y las elecciones libres. En la cita ineludible de la democracia, el invitado principal no es Juan Guaidó o Eliot Abrams, si todavía no lo ha entendido el invitado de honor es usted.


Miguel Peña G.
@miguepeg

Comentarios

  1. Excelente artículo HERMANO,vamos bien 😍😘

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  2. Otra vez "Los Notables" en acción. Dios libre a Venezuela de ellos!!

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