Resguardo Infernal
Mientras el olor putrefacto de las mazmorras se aviva, el
régimen se ahoga en sangre y tortura. No cabe duda, el accionar criminal de
Maduro y su trilogía maligna no tiene punto de comparación reciente, nada más
queda igualarlo a las trágicas documentaciones que surgieron luego de la caída
de Hitler, donde se evidenció el talante sanguinario de las SS Nazis. Venezuela
es manejada desde Miraflores como una cárcel a gran escala, donde las políticas
de vida son dictadas por custodios y jefes de bandas internas. Nadie esta
exento de convertirse en el próximo objetivo de los órganos represivos del
chavismo; cualquier justificación sirve para tirar la puerta abajo.
Al hecho cotidiano de sentirse inseguro por la amenaza
constante del hampa común y organizada, debemos sumarle el terror que embarga a
cualquier venezolano de saberse blanco fácil de la policía política y las
fuerzas especiales de carácter militar. El surgimiento de tanta saña y desdén
por la integridad física de las personas esculpe -sin control-, infinidad de lápidas
en distintos tamaños; se trata de una competencia horrorosa a ver quién asesina
y tortura con más odio. Ya no queda espacio para especulaciones fútiles, la
dictadura madurista convirtió -sin cortapisas- a Venezuela en la Serbia del
presente, en la Polonia Nazi de nuestros tiempos. Falta poco para que el mundo
diga basta.
Asombra el retroceso social que fue impulsado por
Chávez y que, Maduro, concreta día a día. Escudos, pasamontañas y trajes negros,
emulan las temibles Galeas, Grebas y Loricas romanas. Así como los romanos
tuvieron gran imaginación a la hora de desarrollar violencia contra sus
semejantes, el chavismo ha puesto en marcha una doctrina deshumanizada, que se
basa en buscar combinaciones entre nuevas y viejas formas de martirio
individual y colectivo. A estas alturas, no existen limites para tratar de
amedrentar al que piensa distinto, así pues, toda idea que surja de los
confines de la criminalidad criolla e importada será bienvenida.
Dificulta reconciliarse con la idea de entablar
negociaciones, con un régimen que presenta altas dosis de criminalidad.
Ciertamente, no es sencillo para el liderazgo opositor encarar estrategias
políticas inmediatas, ante esta cofradía delictiva que no tiene compasión de
nada ni por nadie. Sin embargo, hacen un esfuerzo digno de admiración, porque a
pesar de la persecución, el secuestro político, el exilio y la amenaza, los
diputados de la AN asumieron el reto de liberar al país del cáncer social llamado chavismo. Nos guste o no, la negociación debe desarrollarse sin tapujos
y con pañuelos en la nariz; el interés ulterior es Venezuela y su democracia.
Maduro se ha lanzado al despeñadero sabiendo de antemano,
que las capacidades de negociación que tuvo en algún momento ahora son exiguas
y están diluidas con el miedo de ser derrocado. Bajo ningún concepto, el panorama
político es alentador para el usurpador y toda su banda. No solo el mar de
fondo que representa el descontento militar lo agobia, ahora, la posibilidad
real y certera de ser enjuiciado por crímenes de lesa humanidad, le carcome su
ya frágil estado mental. La presentación del informe de Michelle Bachelet,
además de convertirse en la cédula de identidad de la masacre madurista, puede
ser la puerta de entrada a la Corte Penal Internacional. Ya el mundo no puede seguir
obviando la situación venezolana; hasta Rusia y China deberán reconocerla.
No obstante, cada página leída en la Comisión de DDHH de la
ONU presenta -en realidad aumentada- el sadismo de Maduro, debemos entender que
el informe no hará que cese la usurpación de manera inmediata. Es decir, el
informe es una variable más que se suma al trabajo que realiza la comunidad internacional,
para restituir la democracia venezolana y dar a conocer sin filtros, el
desastre humanitario que padece el país. Sin dudas, los costos políticos del régimen
aumentan considerablemente; apoyos y carantoñas se marcharán uno a uno. En las postrimerías
del oprobio, es imperativo entender que la dictadura esta acorralada,
literalmente.
La presión interna y externa, las sanciones, falta de
divisas, sin la posibilidad de obtener prestamos y los señalamientos de violación
de DDHH, desatará un mayor salvajismo y, nos someterá, a más represión, detenciones
y tortura; Maduro activó su "resguardo" infernal. En este punto crítico, es donde
la negociación quirúrgica es indispensable. Los cotos de salida de Maduro deben
ser -aunque suene vomitimo- “atractivos”, a fin de hacerlo a un lado de manera
definitiva. Hay que hablar con la verdad, palabras de galería como las de María
Corina, los discursos engolados de Ledezma y los gritos destemplados de la
tropa del tinte adulterado, solo tienen un objetivo: “quítate tú para ponerme
yo.” Escenarios muy rudos nos quedan en el camino, sin embargo, tengamos la seguridad
de que el final esta escrito.
Miguel Peña G.
@miguepeg
Excelente artículo hermano, y así será tenemos q seguir adelante así no tengamos fuerza😘😊
ResponderEliminarExcelente artículo, expone crudamente nuestra realidad. Gracias por tu dedicación.
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