Cuenta Regresiva
Confunde la manera displicente con la que Nicolas Maduro
maneja y percibe, la salida que la comunidad internacional le ha ofrecido. Todo
parece indicar que dentro del chavo-madurismo no hay conciencia política
suficiente, que les permita entender -de una buena vez-, que están en tiempo de
prorroga y que el cese de la usurpación es inminente. Quizás, las distintas
bandas rojas que pululan dentro del arroz con mango fundado por Chávez no
tienen criterios comunes de como dejar Miraflores, lo único que los une es una
sola conjura: “nos salvamos todos o nos hundimos juntos.” Se vuelve enfermizo,
casi psicótico, la forma en que los delincuentes se aferran al “poder” en
perjuicio de 30 millones de personas; no les importa el país.
El mundo democrático con EE.UU. a la cabeza, inició una
acción que pudiéramos llamar cuenta regresiva de tres puntos. Estrategia que, a
todas luces, se enfoca en destronar a los sátrapas con tres puntos de presión:
1) sanciones directas con nombre y apellido en contra de personeros del régimen
y sus financistas -Rusia y China-; 2) bloqueo a los bienes e intereses del régimen
madurista que se encuentran en Estados Unidos; 3) Apoyo irrestricto a la
Asamblea Nacional y al presidente encargado. Estos tres ejes se mueven
simultáneamente, como una especie de táctica militar romana que arrincona a
Maduro, hasta dejarlo sin espacio alguno de movimiento. La perorata ha quedado
de lado, ahora nada más se oyen quejas, llamados de ayuda e insultos
desesperados. La negociación con garantías se terminó.
El cerco a Maduro es brutal y sin hilos sueltos. Nada ha
quedado bajo la sombra del azar y la improvisación. Toda palabra y acción que
se dice responde a una estrategia bien determinada. Por supuesto, habrá frases
y hechos que a varios nos les guste, pero ¿quién dijo que la política es para todos?
La última jugada de la administración Trump, ha sido casi un puntillazo final. Quirúrgica
e inesperada, que algunos solo alcanzaron a decir: “Trump se cansó de Maduro”.
Ciertamente, el gobierno de los EE.UU. ha entrado en otra fase en relación a la
salida del régimen, el mismo Abrams comentó que “había llegado la hora de la
acción”. No obstante, es sabido que la política internacional de la
Casa Blanca, sin importar el gobierno de turno, se circunscribe en saber medir
los tiempos políticos y militares; termina una etapa y comienza otra.
Lo crucial de la cuenta regresiva, es que no solo al
régimen se le cronometra su final. El sector financiado desde el extranjero
también está bajo medición, porque la salida negociada de Maduro significa que
se caen los argumentos fútiles y retóricos de la solución militar, y de
nombramientos por decreto a dedo alzado; a lo Carmona pues. Indefectiblemente,
tendrán que contarse en primarias, razón que provoca la ebullición grotesca y
gansteril, que han tenido en los últimos días los seguidores del sector
radical. Nadie los cita a reuniones de Estado, ningún gobierno les convoca para
conocer su estrategia; resultan predecibles con solo escucharlos. Lo que, si
tiene este sector, es actividad mediática a granel y dinero por montones,
claro, a estas alturas del partido deberían entender que las preferencias del
ciudadano no se compran se trabajan.
Es difícil saber la hora y el día exactos, lo que si debemos
dar por sentado es que el régimen tiene maletas y pasajes comprados. Durante
años, el chavismo se acostumbró a imponer su voluntad en cada intento de negociación
o diálogo. Mentiras, retórica y dinero, fueron usados para dilatar estos
procesos, ganar más tiempo en el poder y desprestigiar a la oposición. Esos días
de poder han terminado y quedaron en el pasado. El método “Chaz” aplicado por Chávez,
ahora lo implementa Trump. Verdaderamente, en las negociaciones
que se dan en Barbados la oposición tiene mucho que perder, pero el régimen también; les ha
llegado su cuarto de hora.
Al oprobio chavista no lo une la ideología, sino el dinero.
De forma contundente, la administración Trump parece aplicar al pie de la letra
la frase de Maquiavelo: “el hombre olvida antes la muerte de su padre que la
pérdida de su patrimonio”. Cada enchufado esta aterrorizado de verse sin nada,
luego de haber derrochado a manos llenas el dinero de los venezolanos. La hora
de la verdad inicia su transito en cuenta regresiva al segundo cero. Exilios de
lujo escudados en la persecución política, están llegando a su final, de hecho,
la no aprobación del TPS por el Congreso estadounidense no significa un revés
para los venezolanos, más bien, es una clara demostración de que EE.UU. sacará
a Maduro. La velocidad del cronometro se pierde de la vista social y democrática,
situación que infunde incertidumbre y desespero ciudadano. Sin embargo, la cuenta
regresiva sigue su curso y finalizará como siempre en: 3-2-1.
Miguel Peña G.
@miguepeg
Excelente ,muy claro el panorama q nos espera .
ResponderEliminarOjala de verdad tomen conciencia de la gravedad que padece el pais , sólo por aferrarse al poder con esa nefasta ideologia heredada de los castros cubanos con lo cual están matando al pais entero y beneficiándose un minúsculo grupo; ojala usted tenga razon y funcione ese plan "EE UU-Azamblea Nacional" porque sino el desastre va a ser peor.
ResponderEliminarGracias, Esperemos que sí
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