Malabaristas
Si de algo no podemos zafarnos los venezolanos, es de la característica fatídica que sale a fulgurar en momentos de apremio: la excusa. Siempre tenemos una justificación en el tintero, sobre todo, los políticos de esta y otras generaciones. Algunos dirigentes actuales son virtuosos de los malabares justificativos, pues entran y salen de problemas creados por ellos mismo, sin remordimientos de ningún tipo. Dicen y se desdicen como si se tratara del cambio de ropa interior. No existen motivos ni argumentos que perduren en el tiempo y, mucho menos, que soporten auditorias literarias e intelectuales. Algo más que frío habrá percibido Capriles en el ambiente del país para enterrar de repente el hacha de guerra electoral.
La alocución donde Capriles informa que no asistirá al circo electorero, en principio, son palabras que suenan a trompetas de gloria en tiempos convulsos, pero que pueden desprender aromas artificiales a la vista de la indisimulada animadversión que ha mostrado el líder de PJ en contra del gobierno interino. El trauma de verse fuera de forma política pudo jugarle una mala pasada, haciéndole tomar decisiones apresuradas que, sin ninguna duda, le costarán en el futuro. No importa el análisis que se pretenda ofrecer de la situación. Mal aconsejado, amenazado o chantajeado, no tiene dos días en el plano político para no saber lo que significa timing.
Los malabaristas políticos llegan de cualquier lado. Los encontramos de todas las formas y colores. Desde el instante de que se conoció la consulta civil que la AN y la presidencia encargada ejecutaran, las voces disonantes a la estrategia que, como siempre, ven el panorama bajo una mirilla obstruida por egos, miedos, enchufes y financista, salen con una sarta de argumentos desgastados que sirven nada más para evitar trabajar en unidad, tal es el caso -vergonzante- de la fracción 16J; ya ni es fracción ni grupete. Muchos prefieren lavarse las manos porque, sencillamente, les da miedo transitar el momento histórico que vivimos como república. No quieren asumir nada porque es mejor que todo se lo hagan. Quedarse agazapados para entrar en modo carroñero o subirse en el tren del triunfo, es la más cínica de las jugadas.
La consulta que se hará en los próximos días, es para que usted como venezolano se involucre de forma directa en la decisión y la estrategia que definirá el futuro. Es la hora de hacer gala de ciudadanía verdadera, más que de colocarse en el sitial del Twitter Apatía. El ciudadano se mide por el nivel de compromiso con la Nación, no por la cantidad de caracteres que se escriben apilando insultos en contra del liderazgo y los partidos políticos. Si, son demasiadas las demostraciones que hemos dado, hasta cuerpos ensangrentados han quedado en los estantillos de espinas que dividen a la tierra fatal de desgracia chavista con la democracia. Al llegar la sexta república, debemos repetir como un mantra lo dicho por Dwight Eisenhower en su momento: “La política debería ser la profesión a tiempo parcial de todo ciudadano”.
La política más que una ciencia exacta, es de una ciencia de percepciones. En este aspecto, el gobierno interino ha crecido en cada situación adversa que se le ha presentado. En seco, bajo la tormenta y en ocasiones sin apoyos, ha mostrado solides de fondo. Cierto, existen errores en aspectos fundamentales que hacen dudar hasta el más pintado. Lo importante es que la estrategia se hace clara en cada paso que se da. Quizás los mortales no nos percatamos de ello, pero en las hora transcurridas el plan trazado hace meses por la comunidad internacional se asienta y encaja a la perfección. En este trayecto de la lucha libertaria, es donde más fino el sentido de percepción tendría que estar en políticos y venezolanos de toda índole.
Cuando veamos las manos de los malabaristas agitarse
lanzando al aire los desatinos acostumbrados, el deber no es asustarse ni
buscar culpables. Nos toca seguir enfocados en el objetivo principal. Tarde o
temprano a los arlequines que buscan engañar a la grada y entretener al rey que
financia se les caerá la bola de la mano; solo hay que preguntarles a los señores
de Panam Post. Todo el mundo está claro de lo que significa transición, quienes van a estar en ese gobierno interino, ah por
supuesto, y quienes no pueden integrarlo. Venezuela se cansó de tanto payaso sin
sueldo y pagado. Para trucos chambones solo debemos escuchar algún discurso de Chávez.
El país será libre con hecho concretos y sin malabares en el aire.
Lo felicito, ese es un articulo de primera clase
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