Cambio de Etapa
Negar que luego de la elección parlamentaria de 2015 inició un cambio en la política del país, es seguir idiotizado por la inmediatez y el nefasto germen chavista. Un germen que Hugo Chávez supo inocular y administrar en el subconsciente no solo de adversarios opositores, sino del ciudadano común. Hacer tangible la idea de que nadie más podría gobernar el país, el mito de que el chavismo sería casi una especie de tercer Reich y la invencibilidad electoral, fueron adoptados como un mantra mortal dentro de la Venezuela democrática. Nada más lejos de la verdad. Ni invencible o eterno resulto ser, al contrario, esas son las principales debilidades de esta cosa extraña, ambigua y corrupta impuesta desde el año 98.
La tinta y los caracteres derramados durante la muerte de Chávez, hicieron gala de infinidad de títulos rimbombantes: “fin de ciclo”, “Chavismo llega a su final”, etc; títulos que solo adornaban los análisis que olvidaban dar con la tecla exacta, a fin de hacer entender y darle forma a la sentencia de que venía un cambio. Es innegable que, al iniciar un cambio, lo primero que demos tener en cuenta es que esos procesos pueden durar tiempo mediano y, en su mayoría un periodo largo. Es lo que ocurre desde el 2015, la gente pensó que la AN legitima terminaría con el régimen en dos meses.
El presente es el presente. Luego de varias presidencias en la AN, la de Juan Guaidó ha sido la única que ha tomado el toro por los cuernos. Es decir, no se fijo en lo mediático de sacar cuadros de Chávez, entendió el momento histórico que le tocó, donde la prioridad era hacerle entender a la gente que la lucha por rescatar la democracia no sería fácil. Ciertamente, cometió errores en el camino que retrasaron el cometido de la trilogía: el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Lo interesante, es que no escurrió el bulto y la responsabilidad de cada desacierto, razón por la que no podemos dejar de laurear los logros que ha conseguido él, la AN y cada uno de los integrantes del gobierno interino.
Los cambios se construyen no se decretan. Las primeras semanas de marzo que demás está decir, siguen sorpresivas, han demarcado el trayecto final de un cambio que inició en diciembre 2015. La nueva etapa que observamos y palpamos, viene cargada de acciones contundentes que buscan neutralizar la más grande sociedad criminal que la humanidad haya conocido. La retórica quedó de lado cuando el vocero de la primera potencia del mundo, entiende que China y Rusia no pueden seguir a la libre. Es delicada la situación, Biden llama asesino a Putin y sentencia a China, lo que presagia que Maduro se quedará sin apoyo, visto que no son conchas de ajo lo que EEUU se plantea con estas dos naciones.
El final de la etapa está cerca, aunque no se vea públicamente.
La extradición a EEUU del “Zar del Calp”, configura el mayor golpe que el régimen
ha recibido, quizás de manera definitiva. La aprobación en la AN del pago para traer
vacunas a través del mecanismo COVAX, pone en una situación inerme a Miraflores,
pues, atendió la pandemia con irresponsabilidad. Ahora le toca aceptar porque
esto no es ayuda humanitaria, la vacunación es un orden sanitario mundial que
entrará de frente por Maiquetía y los puertos del país. Por supuesto, el régimen
buscara desmentir o minimizar esta movida política de Juan Guaidó. Soltar una
guerra de bandas en la cota 905, autorizar a FEDECAMARAS traer vacunas rusas,
en fin, artimañas predecibles de su accionar. Todo se viene abajo, el mismo embajador
Story se encargó de eso al felicitar a Maduro por negociar con Guaidó, para
dejar traer las vacunas. La negociación es un hecho, el cambio de etapa casi
culmina.
Miguel Peña
@miguepeg
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