Risas de Pantalla
Esta semana fue muy buena para la democracia venezolana. Si algo hace singular a este país, es que con una dictadura cruel, destructiva y mentirosa acuestas, la gente sigue apostando por una salida constitucional y electoral, donde la prioridad es ejercer la expresión popular de manera libre. Esa convicción de sociedad de primer mundo, lo valora la comunidad internacional que, paso a paso, engrana su maquinaria para que la coalición multilateral consiga el objetivo. Los órdagos políticos lanzados sin contemplación, ya no son parte de la solución presente y futura. Ahora lo que viene es acción a la “N” potencia.
El venezolano ve con ilusión, como el mundo no cae rendido a los encantos dolarizados y petroleros del chavismo rancio. Al contrario, cada día transcurrido desde el bodrio electoral del 6D, el régimen ha quedado deslegitimado y sin intermediarios que puedan presentarlo como gobierno legal. No tiene puentes directos con ningún país del mundo occidental. Ni sus “aliados” creen que Maduro tiene algo bajo control, más allá de la burocracia gubernamental y la inoperante banda militar. La única "auctoritas" que ejercen los rojos, es vivir de las apariencias de poder con una desmedida represión, un ficticio control cambiario y quitarle ceros a una moneda que ni virtual llega a ser.
En política nadie puede estar seguro de nada, menos si se
es autócrata. El régimen lánguido y aburguesado con el poder otorgado por los petrodólares,
ha comenzado a ver la cruda realidad que le rodea y el futuro negro que se le
cierne. Las risas cínicas de salón espetadas en miles de declaraciones y en la
baranda del CNE, se le revierten a Miraflores sin compasión y desde los lugares
menos pensados. No existe nada peor que ver el final a los ojos y, más aún, cuando se ríe
en tu cara. La imposibilidad de pensar
en la salida, hace que Maduro siga en la torpe y obcecada idea de la
confrontación. Cierto, es lo único que ha sabido gestionar de manera efectiva
gracias a la “herencia” de su antecesor, sin embargo, en estos momentos ese
cartucho ya no sirve de nada; quedó sin efecto y solo muestra pólvora mojada.
El régimen puso a trabajar a todos los laboratorios de redes sociales, periodistas y medios pagados, para promocionar la foto que busca con la participación de Maduro en la sesión del consejo de DDHH de la ONU; de risas con la “amiga” Bachelet. Entrar en el detalle del porque la Comisionada se presenta afable y risueña ante un dictador, es condenar el análisis a la rabia visceral de: “una imagen dice más que mil palabras”. En este caso, este proverbio nos aleja de la verdad. Si bien, Michelle Bachelet no es conocida por su gran manejo de las circunstancias, las risas empotradas engañaron a más de uno. La escena que muestra, por un lado a Maduro, con su andanada de justificaciones, mentiras y la descarada distorsión de la verdad; y en la otra pantalla a Bachelet, risueña con aires de congraciada, es casi una escena sacada de la comedia “Mandrágora”, única obra de Maquiavelo.
Hay cosas que no se pueden decir sin la comedia, quizás por
eso los bufones se pasaban diciendo a los reyes las verdades. La confirmación
del informe de la Alta comisiona de DDHH, más que darle risas al régimen le ha
ha dejado en una posición comprometida y precaria, de cara a sus posturas a la
hora de la negociación que se gestan. El informe es más contundente que los
anteriores y reafirma la posición de la ONU. Hacia donde mire la dictadura ve
nada más risas cariadas. Regresan de Cabo Verde a dos de abogados de Alex Saab,
EEUU establece TPS para los venezolanos en ese país, EEUU ratifica lucha
conjunta con CI para lograr elecciones presidenciales y parlamentarias libres
en Venezuela, EEUU establecerá nuevas sanciones, en fin; no es lo mismo que se reían de
ti, a que se rían contigo.
Miguel E. Peña
@miguepeg

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