Nada es lo que parece
No es de sorprender la andanada de vítores y cohetes lanzados desde el bunker rojo, por la ilegal designación de nuevos rectores del “cne”. No causa extrañeza que salga a la luz que personeros de la “oposición”, se prestaron a convalidar tamaña acción que viola la constitución, la democracia y el estado de derecho. La retórica fatua que brota de los alacranes, Capriles y compañía, cruza los linderos de la razón y la moral política. Nada los detiene en su afán de aplastar a la legitima Asamblea Nacional y al presidente encargado. No les importa apoyar a Maduro y a su asamblea chimba, siempre y cuando les arrojen las migajas electorales. No son dignos de insulto alguno; hasta pena da endilgarles adjetivos.
Son presos de la inestabilidad verbal que les caracteriza. Señalan que la asamblea nacional chavista es inconstitucional, pero aplauden que ese mismo adefesio institucional, designe un nuevo poder electoral. Sencillamente, forman parte de un oxímoron oscuro que los lleva a los más recóndito de la ambigüedad política venezolana. No existen registros históricos de dirigentes venezolanos que hayan sido tan sinvergüenzas, desleales y ambiciosos. No cabe duda, que el chavismo marcó a muchos engendros que jamás podrán ver la luz de la democracia en toda su concepción, pues el retorno de la institucionalidad les pasará la respectiva factura.
El régimen es una ilusión óptica en si mismo. Mientras hablan y profesan planes conjugados en futuro, el análisis se hace en la dirección opuesta, no en vano, llevan dos décadas ejecutando las mismas trampas y frases hechas. Esta vez todo indica que el tiempo de regalía se ha agotado. La desesperación por lavarse la cara ante el mundo, comienza a tejer un escenario al que pocos daban credibilidad. La necesidad de dar conocer una supuesta negociación con la oposición seleccionada desde Miraflores, la designación de un “cne” con matices de “autonomía”, el casa por cárcel en favor de directivos de Citgo y el reconocimiento de los asesinatos de Pernalete, Arevalo y Albán, demuestra que la coalición de poder al menos intuye, que le viene en las próximas semanas en materia de DDHH.
No todo es lo que parece. Lo que ocurren en Colombia, aunque suene a plan cinematográfico, lleva la impronta fétida del foro de Sao Paulo. Demostrado por las autoridades colombianas, esas manifestaciones “espontaneas” comienzan a liberar el tufo de planificación y financiamiento chavista. Más allá de la evidente estrategia de desestabilizar al gobierno del presidente Duque, parece que el móvil real es desviar el foco de la dramática situación fronteriza de Venezuela. La supervisión militar que Colombia conjuntamente con EE.UU. hacían del conflicto en Apure, mostraba al detalle datos irrebatibles de los enfrentamientos. Algo que para Maduro era necesario detener, sobre todo, por la presencia de militares de otros países. La prioridad militar del país vecino, ahora esta en el caos social.
Mientras el chavismo emprende el enésimo acto de prestidigitación
y mueve sus tentáculos sin parar, llegan al país Zapatero y Correa. Muchas
interrogantes surgen, pero la más fuerte es: ¿por qué una persona con alerta
roja de interpol, se arriesgó y viaja a Venezuela? El presidente Lasso debe
estar preparado, pues los orcos también le podrían "regalar" preocupaciones,
para que se olvide de Venezuela y su chapuza electoral. De ilusiones ópticas ya
no se vive. La frase: Corte Penal Internacional asoma el colmillo en el panorama
rojo rojito, y las estimaciones no son nada buenas para el chavismo de alto
rango incurso en delitos de lesa humanidad. Mientras este marasmo ocurre, la
legitima AN y la presidencia encargada siguen con la lucidez que exige el momento.
Gritar más duro o posar con actores devaluados, no es garantía de nada, solo
son silbidos en la oscuridad.
Miguel Peña
@miguepeg
Comentarios
Publicar un comentario