El mal perder

 


En el bolso de los perdedores todavía hay cupos disponibles. A medida que avanza el apoyo social interno y de gobiernos del mundo al Plan de Salvación Nacional, el régimen y sus adláteres vestidos de azul quedan arrinconados y sin capacidad de movimiento. Aferrados nada más a la retórica electoral y a las campañas mediáticas para disfrazarse de demócratas, esperan lavarse la cara ante la posible investigación de la CPI. El repudio generalizado dentro y fuera del país deja una profunda huella dentro de la estructura chavista. Por supuesto, ante esta debacle política y social, siempre se valen de analistas con gríngolas de egos, quienes regalan eficacia estratégica a toda mamarrachada que sale de Miraflores.

¿En verdad el régimen es una lumbrera estratégica? Si se quiere responder a esta interrogante debemos remontarnos a ciertos hechos que, en definitiva, muestran lo que es realmente el madurismo. La derrota militar en Apure, la inoperancia policial en la Cota 905, escases de combustible y gasoil, la dolarización campante y la inexistencia de un simple plan de vacunación, son pinceladas dramáticas que van más allá de señalar que la dictadura es despiadada. Ciertamente, dentro de la coalición de poder no existen escrúpulos o valores morales, pero ese talante no puede esconder la incapacidad que destilan en cada gota de sudor; ni enroscar bombillos saben. No hay nadie que sirva en esa estructura.

Con trampas cazabobos empuñadas, Maduro pretende hacer caer a más incautos. A través de la oficina electoral chavista, se anuncia la habilitación -después de 5 años- de la tarjeta de la unidad democrática, una tarjeta virtual valga acotar, visto que la MUD no figura como partido político. Solo fue una estructura que sirvió para aglutinar y organizar a 18 partidos políticos que, al sol de hoy, han sido inhabilitados, les han quitado las tarjetas electorales y usurpado las directivas naturales. La verdadera cara de un cne imparcial, hubiera sido darle las tarjetas a cada una de esas organizaciones y a sus verdaderos dirigentes. Se nota la preocupación por demostrar que dan concesiones políticas que permitan esconder su talante dictatorial.

El otro caramelito envenenado es el anuncio de quitar los protectores estadales, como si la flagrante violación de la constitución nacional, pueda ser considerada como una señal de ceder en las negociaciones. Quita los protectores regionales, pero por debajo de la mesa, acelera la aprobación de una ley de entidades comunales. Es decir, el que era protector ahora será el jefe de la comuna en cada Estado del país. El que le crea las mentiras al régimen y le siga el juego, merece que lo engañen y lo usen como preservativo. Continuar el debate de las promesas en cadena nacional, es signo inequívoco de que no aprendimos nada en 22 años de oprobio rojo.

El mal perdedor siempre buscará la manera de zafarse o justificar la derrota.  El chavismo no es la excepción, sobre todo, porque en frente tiene la más grande derrota que lograra imaginar. No es una simple derrota electoral; de esas ha tenido muchas. Lo tienen claro en Miraflores, el final que se aproxima representa la destrucción de una de las cofradías de corrupción más grande de la historia democrática occidental. El fin de un sistema de gobierno fundamentado en la incapacidad y destrucción, porque la violencia, es el escudo que sirve para solapar tanta inutilidad junta. Lo aprendieron de su padre fundador. No hay estrategia alguna que disimule que eliminarán más ceros a la moneda que alguna vez se llamó: “bolívar” -en minúsculas-. Es sencillo, la apuesta del régimen para no desaparecer, son las elecciones fraudulentas de noviembre; pero ni eso borrará su marca de perdedor.

 

Miguel Peña G.

@miguepeg



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