La enciclopedia
Las distintas plataformas de streaming harán fiesta de guiones cuando el régimen venezolano llegue a su fin. Sin dudas, existe material suficiente en 22 años de oprobio y destrucción masiva. Se producirán series casi interminables, dedicadas a repasar las atrocidades sociales y políticas que llevaron a un país a la más profunda ruina republicana. La filosofía: “ricos contra pobres”, no es más que una burda consigna que no aguanta cualquier análisis. La estampa doméstica de mostrar, en principio a Chávez y ahora al heredero, como el padre protector y carismático de Venezuela, queda fuera de toda realidad y contexto nacional.
Mas allá de esas postales faraónicas y vergonzantes la verdad siempre ha sido una sola: el chavismo no sabe gerenciar, está inmerso en corrupción, tiene lazos con lo peor de los bajos mundos, financia grupos irregulares, toma atajos fuera de la constitución, amedrenta a los dirigentes contrarios, compra voluntades políticas; en fin, un prontuario infinito que no es posible destacar con simples adjetivos o nombres, visto que llevan a niveles inimaginables sus fechorías. Hasta nuevas formas de criminalidad tienen en su haber. Sorpresas no existe en su accionar, solo surge indignación ciudadana al ver cada puesta en escena.
El país ha vivido otra semana bochornosa. Las noticias aberrantes se pelean banners y caracteres digitales en busca de posicionarse mejor. Una tras otra, evidencian la calamidad generalizada a la que está expuesta la nación. El asesinato de un bebe compatriota a manos de una fuerza militar extranjera debe llamarnos a la reflexión. El hecho horripilante que rodea la muerta de un angelito, se hace más brutal por la indiferencia del Herodes de Trinidad y la falta de otredad del régimen con su desdichado pronunciamiento: "accidente". Este, mi querido lector, es el punto de partida para entender que la coalición que rige, jamás se contará electoralmente de manera legal y llegará a las últimas consecuencias antes de dejar el poder.
La enciclopedia chavista además de sustentarse en interminables promesas, frases hechas e insultos de alto calibre arrabalero, se define por acciones repugnantes que derivan en la degradación sostenida del gentilicio. ¿Es posible creer que esta gente sea venezolana? Vista la indolencia y la desfachatez con la que se mueven, la respuesta apuntaría a un NO mayúsculo. Posiblemente, la mejor forma de entender las motivaciones de este grupo, es que los malandros no tienen escrúpulos. Es como el muchacho que se copia en los exámenes, o el conductor que se come la luz roja.
De malos estudiantes y conductores pésimos se integra la triada de Miraflores. La esencia del “nuevo hombre”, ha mutado a una nueva especie social que recibe distintos nombres, el más conocido: enchufados. Mientras el asesinato de un niño en aguas internacionales sacude a la opinión pública, la nueva estirpe que desfila rimbombante su dinero de cuna y, en ocasiones, obtenido del enchufe permanente, hace que el repudio a todo lo que signifique chavismo y su entorno se torne infinito. No vale la pena sumergirse sobre quiénes y como se desarrolló el inmoral aquelarre ambiental en el Tepuy. Alcanza con tener claro que, la limpieza social y política tendrá que ser profunda; sin importar nombre y apellidos de abolengo.
“Ser
rico es malo e inhumano”; es la clave para entender el guion premeditado que
mueve al régimen. No es suficiente la complejidad de una frase que se puede usar
como papel higiénico, visto que la inundación de camionetas último modelo, las
villas en los Roques, bodegones derivados a majestuosos hipermercados, autos de alta cilindrada,
ropajes de marca y otras “minucias” capitalistas vomitan al socialismo del
S.XXI, dejando una alfombra de sobras por la que tendrán que pasar tarde o
temprano. El chavismo siempre fue un libro abierto. El mensaje para los que
traten de hacerse los locos, o convalidar la destrucción: “Ignorantia juris non
excusat”.
@miguepeg
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