Al fondo a la derecha

 

 

¡Hasta aquí! Esa parece ser la frase común dentro de la comunidad internacional y de la administración Biden, en relación a las distintas cartas y estrategias lobistas que Miraflores inició con la ayuda de sus voceros disfrazados de opositores, a fin de que eliminen las sanciones. El lodazal mediático que busca Maduro se queda sin argumentos y noticia nueva que mostrar. El gobierno de Biden fue categórico al señalar de una vez por todas, cual es su posición frente al gobierno interino venezolano y su presidente. La insistencia mediocre en un tema que no tiene discusión, lleva al madurismo a transitar derroteros de ensayo y error. 

El bucle de cartas y solicitudes de clemencia sancionatoria en “nombre de los venezolanos”, queda sin algoritmo bierto cada vez que se suscita algún apagón en cualquier ciudad, al momento en que enjuician a un periodista después de tenerlo secuestrado durante dos años, en fin, más de lo mismo. Los problemas y las violaciones de derechos humanos siguen incrementados, a pesar de la dolarización velada y las encuestas ómnibus pagadas. Lo triste de esta trama balurda, es que existen personas de un supuesto nivel académico, que siguen en la nómina mediática y discursiva que el chavismo quiere imponer a costa de la realidad nacional.

Cansina y penosa la actitud de dirigentes como Enrique Capriles, que se desgañotan -cada dos por tres- en mostrar cifras y escenarios ficticios que solo viven en su ego incontrolable de poder. Argumentar que el salario mínimo no aumenta porque PDVSA esta sancionada -palabras palabras menos- no solo es una muestra de ruindad política inmensa, sino de desprecio hacia la inteligencia del ciudadano común. ¿Será que el asesor de Capriles resulta ser un imbécil? ¿O definitivamente el dirigente de PJ, se encuentra en un laberinto oscuro donde solo ve el color rojo? Una incertidumbre aclarada cada vez que abre la boca ante un micrófono.

Mientras el régimen pone en primera línea de su brutal campaña a los abanderados de la “Venezuela se recupera”, Juan Guaidó sigue sin desviarse del foco. Recorre el país y muestra lo que realmente ocurre dentro y fuera de Venezuela. La AN2015 y la presidencia (E) no la tienen fácil. Los obstáculos que se interponen en la reconquista de la democracia son inmensos. Demasiado intereses y dinero de por medio, para dejar que un grupo de políticos con ética y moral, se erijan como los “salvadores de la república”. Los ataques feroces en contra de JG y algunos dirigentes como Delsa Solorzano y Andrés Velázquez, se van incrementar como nunca antes.

Siempre es oportuno promover la unidad nacional, claro, un llamado unitario que corresponde hacerlo desde el más profundo análisis político. No es posible, seguir en la eterna abrazadera fotográfica con aquellos que, semana a semana, solo buscan darle los números del bingo a Maduro y compañía. La presidencia interina y la AN2015, tienen la obligación inequívoca de apartar a quienes han tratado de socavar la Institucionalidad del único poder legítimo. Dirigentes y organizaciones que por necesidad quieren subirse al bus, habrá que mostrarle la salida; ¡al fondo a la derecha!

Miguel Peña G.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Gira en 360

No lo llame Diálogo, llámelo…

Enterrada la república, muerta la democracia