Más despachos que despechos

 

Mientras todo el entorno de la Plataforma Unitaria (PU) entendió y asumió desde hace seis meses la situación de la transición, la exigencia bajo la que el gobierno interino se someterá en los próximos días-semanas, reclamará un paso adelante en cuanto a estrategias y acuerdos políticos con miras a concretar las elecciones libres. Es un tema escabroso y nada fácil de asumir, más aún, con el talante demostrado por el régimen chavista cada vez que las circunstancias le apremian a sentarse a negociar su salida. El presidente Guaidó en estos momentos críticos, debe rodearse de gente capaz y dispuesta a enfrentar el reto mayúsculo que significa sentarse nuevamente en México.

Los representantes de la PU -hasta ahora- no presenta ningún cambio. Sin adentrarse en los detalles, la prioridad en esta segunda ronda de negociaciones tiene que estar centrada en el adelanto de las presidenciales. Sin querer quitarle un gramo de importancia a otros temas (liberación de presos políticos, violación de DDHH, etc.), los esfuerzos deben orientarse hacia metas cortas y claras. Una de las maneras que utiliza el régimen para ejecutar la sucia táctica dilatoria es, precisamente, poner sobre la mesa tantos temas como sea posible, visto que la dispersión de objetivos le hace ganar tiempo y desprestigia a Juan Guaidó; dos pájaros de un tiro.

Quizá sea la razón por la que hace días Miraflores pidió cambiar a Noruega como facilitador en las negociaciones. Es decir, lanzar una diatriba más que empastele el inicio irreversible de negociar. Bombardear la mesa sin sentarse no es adelantar la jugada, sino establecer un cronómetro ralentizado que le permita dos cosas: 1) lograr encuadres políticos puertas adentro, ya que la situación en el PSUV es casi insostenible. Y 2), desgastar al GI y mostrarlo como el gran fracasado del nuevo intento negociador. Por eso, los laboratorios de “opositores” rojos han emprendido la campaña: “es urgente cambiar a los actores opositores en México; “Capriles, Duque y Manuel Rosales, son los que pueden ganar las primarias”, en fin.

Los despechos ciudadanos y partidistas por el desdén sin freno que muestran ciertos dirigentes hacia la PU deben cesar de inmediato. El tiempo es oro, visto que el madurismo comienza a tratar de imponer los tiempos que le interesan. "Madrugaron a la oposición", un mantra usado desde el “olimpo analizador” que no explica nada, más bien, busca abonar el terreno a los precandidatos que les interesa. Indefectiblemente, las presidenciales están sujetas a la negociación en México, así el régimen adelante las elecciones para mañana. Miraflores hace los deberes y promociona los cupos para lanzarse como candidato a las primarias de la oposición, en los puestos de buhoneros.

Todos tienen derecho a ser candidatos y, claro, auto engañarse. Es inaceptable que alguien quiera negociar réditos políticos con candidaturas de maletín. Es momento de los despachos para gestionar al más alto nivel, todo el proceso de primarias. Fecha, candidatos reales, acuerdo de aceptación y quien realizará el proceso, pues, ni de broma puede ser el CNE rojo. El discurso de Barboza: “las primarias deben ser inclusivas” no cuela, porque puede ser la entrada formal para que el PSUV decida el candidato de la unidad. El equilibrio político es bueno, pero bajarse los pantalones de entrada demuestra un desconocimiento artero de la situación. Toca hacer política impredeceible, bien pensada y actualizada, no esa fracasada que, amargamente, siempre fue gestionada por los mismos de siempre.


Miguel Peña
@miguepeg

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