Primarias adelantadas


El dominio de la escena política pasa por el discurso. Esta estrategia no solo la implementa la coalición de poder rancia, también, la élite enchufada al régimen ha descubierto que es la vía expedita para seguir en el sempiterno negocio. Por supuesto, no de manera indirecta sino de primera mano. Ejercer el poder sin intermediarios es más rentable que exponerse a una jalada de mecate pública. Ahora cada quien saca sus propias cuentas y, parece, que el cálculo arroja el mismo resultado a varios dirigentes: "la presidencia es donde se mueve el cobre". El pensamiento sólido que permite a cualquiera creerse candidato es; “si un chofer de autobús llegó, ¿por qué yo no?".

Es una cuenta sencilla, pura y dura. Los privilegiados que desde hace 20 años exprimen sin escrúpulos las arcas de la nación, ahora tienen competencia directa y quizás, hasta más peligrosa y ambiciosa de lo que alguna vez fue el chavismo. El dinero lo compra todo, es la ideología que mueve a cierta dirigencia venezolana. Empresas de maletín y otras que no lo son tanto, comienzan la travesía de postulaciones con miras a fabricar el candidato de sus intereses. Promociones de ensayo y error en los laboratorios comunicacionales sin importar la chapuza, a fin de cuentas, lo que se busca es dar con la fórmula exacta del Monstruo Milton a la medida.

Existe un afán en vender preferencias virtuales, con el único propósito de tapar la realidad social que palpita en las calles. La necesidad está a la orden del día y las encuestadoras no escapan a ella. Se hacen números y trabajos de campo que saquen sonrisas al que paga. Ciertamente, es insensible meter a todos en el mismo saco, sin embargo, el accionar chavista nos lleva a la desconfianza pertinente de estos casos. Cada dato que sale a la luz pública es más risible que otro. Los grupos en disputa persiguen posicionar preferencias maleables, débiles y carentes de toda lógica estadística, a fin de crear una línea discursiva entre la gente.

Las matrices de opinión en Venezuela son más antiguas que la maña de sacar fiado y ahora más que nunca, se usan indiscriminadamente. En la actualidad, las matrices para posicionar candidatos a las primarias se basan en tres ejes: La gente está cansada de los partidos, la oposición debe reconectar con la gente y, claro, Capriles es el que “lidera” las preferencias. Matriz de opinión que no incluya a un “líder” eterno y omnipresente no tendrá efecto, más en un país que vive de mitos y leyendas. A pesar de la imposición, la realidad es más compleja de lo que presentan las pagadas encuestas.

Es un hábito de desprecio que ha diversificado con el tiempo. El modelaje chavista fue aprendido por la necesidad de prevalecer y subsistir políticamente. Por supuesto, es más práctico imitar a Chávez que mostrarle a los ciudadanos, que pueden aspirar a tener una sociedad digna y tener funcionarios públicos de alto nivel. Es mentira que a la gente le gusta el modelo chavistoide modificado y bien representado por Lacava. No es cierto que el venezolano prefiere a la oposición fabricada desde Miraflores. Si eso fuera así, no existiría el único dato real: 6M de compatriotas desplazados.

Las primarias adelantadas es el juego a ganar. El discurso oficial del régimen se acciona en dos frentes; tomar ventaja en las presidenciales y crear a su candidato contrario ideal. El aumento de la retórica conjugada en verbo futuro, teje una red de promesas repetidas como cromos de un mal álbum y, depende de los venezolanos, creer en mentiras incumplidas y que jamás lo serán. Es responsabilidad ciudadana, aceptar o no, que Miraflores imponga a un candidato opositor, visto que las advertencias se han hecho con suficiente tiempo. El régimen no es indestructible y uno de sus puntos más débiles, es que el venezolano tome la vía contraria dictada por el chavismo. Solo usted y nadie más que usted, tiene la capacidad de terminar con la desgracia.


Miguel Peña
@miguepeg

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