Confiar

 

Confiar, palabra sencilla, pero que encierra un enorme significado. No hace falta enumerar los grandes desengaños, que los venezolanos sufrimos cada día de manos de inescrupulosos dirigentes; de antaño y nuevo cuño. No se sabe cuál de las dos generaciones resulta ser la peor preparada, para enfrentar lo que requiere el país. Los de vieja data, siguen sus bandazos acostumbrados en la estrategia, engrosando en negativo cada punto de su currículo político. Dos marcas imborrables les persiguen: haber dejado que Chávez llegara al poder; y tener dos décadas de fracasos para cambiar al chavismo. Puntos negros que advierten a los ciudadanos lo que podemos esperar de ellos. No hay que llamarse a engaños.

De ciertos “lideres” de nueva generación no hace falta extenderse mucho. A falta de sustancia y criterios políticos, se hace sencillo definirlos en dos palabras: malas copias. Muestran lo peor de la política rancia que destrozó al país. Con ese panorama turbio, la pregunta que domina la escena nacional es: ¿En quién confiar?  Interrogante que se envuelve en un misterio profundo y nada revelador. En este punto crítico, los ciudadanos deben ser prácticos para no cometer los mismos errores de antes.  Es decir, a falta de no tener un liderazgo que genere confianza colectiva la única solución es: la Constitución Nacional; con puntos y comas.

Suena contradictorio confiar en la CRBV, Máxime en un país donde la ley no vale nada. Sin embargo, la vigencia del contrato social que nos une no tiene fecha de caducidad. Es la luz que debe guiarnos en la tortuosa ruta de la reconquista de la democracia. Por ello, EEUU y Europa, expertos en lo que significa reconstruir democracias con bases sólidas, son exageradamente defensores de nuestra constitución. Allí está la respuesta a todo. Más temprano que tarde, la Constitución pasará de ser letra muerta y se convertirá en una línea activa de justicia. La mejor forma de confiar en la CRBV no es citar dos o tres artículos de memoria, sino accionar con hechos concretos. Por ejemplo, apoyo irrestricto a la AN2015.

Sin darle demasiadas vueltas, la legitimidad de la AN2015, ergo del gobierno interino, es y debe ser nuestra piedra angular. Ante la imposibilidad ciudadana de poder luchar al mismo nivel con instituciones del Estado corrompidas, alienadas y arrodilladas al pensamiento chavista, el interinato surge con dos ejes esenciales: el constitucional y, claro, el político. Insultado, menospreciado, señalado de corrupto e inoperante, la presidencia encargada ha logrado parte de la misión para la que fue creada. Detuvo en seco, las pretensiones del régimen determinar de destruir económicamente al país. Este hecho conlleva a un reconocimiento mayúsculo, visto que todas las gestiones para evitar el saqueo han sido efectivas en el tiempo.

Miraflores tiene un némesis más fuerte que EE.UU. Sin importar el apoyo de las FANB u otras instituciones, la constitución le brinda al GI un músculo político, social y legal que le permite revertir el carácter dictatorial del régimen. Por cierto, fortaleza que ha sido muy bien gestionada por el presidente encargado y su equipo. Resulta paradójico concluir que el interinato sin “ningún poder interno”, haya debilitado de manera estrepitosa a Miraflores, no obstante, los hechos demuestran lo contrario. Sin dudas, la dictadura venezolana al sentirse en total desventaja legal pone todo su aparato destructivo en marcha, con la finalidad de finiquitar a la presidencia encargada.

El régimen de luz verde a la desinformación mediática. Colegas periodistas, caen en la sempiterna táctica de las “fuentes bien dateadas” e inician el primer paso de la campaña en contra del GI. En paralelo, negocia con dirigentes opositores -y no precisamente alacranes- para quitarle piso político al único poder legítimo de Venezuela. Finalmente, las encuestadoras pagadas se encargarán de crear posicionamiento a un candidato opositor especifico. Ese es el desgatado y repetido plan de Miraflores. No es fácil confiar, cuando se ven juntos en una misma imagen a dirigentes de partidos, dueños de encuestadoras dudosas y periodistas efectos al chavismo. A pesar de esto, queda confiar en la constitución representada por la AN2015 y el GI.


Miguel Peña 
@miguepeg

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