Interinato incómodo
No es un secreto para nadie que el gobierno interino es una piedra de tranca para el régimen. En veinte años de oprobio chavista, es el órgano constitucional que pudo contener los desmanes que Maduro y compañía fraguaban para Venezuela. Se habla que el interinato no tiene poder internamente, quizás sea acierto, pero el verdadero poder no solo se ejerce con las mayorías, sino con el reconocimiento internacional. El éxito del gobierno interino se resume en el reconocimiento total que logró dentro del mundo democrático. El chavo-madurismo y su estructura de corrupción y violación de DDHH, fueron puesta en evidencia gracias a la gran gestión del GI.
El régimen perdió todo el apoyo social de otrora, es más sería justo decir, que ni la escasa militancia que le sigue, cree que en su política nefasta. De allí la necesidad de enfocarse en la destrucción del GI desde adentro. El arte de dividir es una fortaleza roja rojita, por ello pudo medrar sin mucha resistencia a los partidos de oposición. El bochornoso espectáculo escenificado por el G3 (PJ, AD y UNT) es la razón palpable por la que Venezuela ha no pido lograr su libertad. La transformación del interinato en una especie de triunvirato, es la nueva chapuza opositora que busca, además de darle luz verde a Maduro, deshacerse del posible candidato unitario que recae en la figura de Juan Guaidó.
PJ, AD y UNT repiten al dedillo, las malas prácticas del chavismo. La Asamblea Nacional2015 actúa con premura y de manera atropellada en los últimos días del año -otra practica roja-, para imponer una solución que además de inconstitucional, no soluciona los problemas que, según ellos, ha generado el GI. Este golpe de Estado que pretenden darle a la Constitución, profundizará más la crisis política y creará otros problemas innecesarios. Por vez primera, es menester estar de acuerdo con el análisis de José Ignacio Hernández que refiere a que "la política debe estar sometida a la Constitución y nunca lo contrario”.
En un artículo bien extenso publicado el día de ayer, Hernández explica desde lo jurídico, la nefasta movida del G3. “…La Asamblea Nacional viola flagrantemente la Constitución al asumir el ejercicio de las funciones de la Presidencia de la República para el -supuesto- control de los activos externos. La base constitucional que se empleó en el 2019 -y que fue reconocida por las cortes de Estados Unidos y el Reino Unido- es el Artículo 233 de la Constitución: como Maduro no es presidente electo, entonces, el presidente de la Asamblea Nacional asume como presidente encargado hasta que se celebren elecciones.”
Es cristalino como el agua, la presidencia interina no es capricho de Guaidó, sino es un mandato constitucional; mandato que el G3 quiere desconocer nada más por interese electorales. PJ devenido en un nido de alacranes, muestra primero a Capriles como punta de lanza para atacar al GI y, luego, envía a Marquina a leer un comunicado absurdo y sin de argumentos jurídicos. UNT busca su títere de turno y pone a Nora Bracho a presentar la propuesta de reforma. Mientras AD mueves los hilos desde la oscuridad -como siempre- solo pensando en lo electoral, porque así de miserable es el pensamiento del secretario-dictador que domina a la tolda blanca. Ese es el panorama del golpe, tres partidos sumidos en la más aberrante acción inconstitucional.
Juristas
como Allan R. Brewer-Carías, Cecilia Sosa, Román J. Duque Corredor y Asdrúbal
Aguiar, explicaron detalladamente la inconstitucionalidad del ejercicio de las
funciones de la Presidencia de la República directamente por la Asamblea
Nacional, pues en el Derecho Constitucional venezolano, no existe eso de un “gobierno parlamentario”; eso no existe, pero ni en el Monopoly. Es decir,
promueven una acción equivalente al golpe del 92 o peor, a la decisión de
enjuiciar a CAP. Ponen a un tercero a votar por Olivares, falsean el voto negado
de la Delsa Solorzano y dan cabida a diputados que renunciaron a su curul,
evidentemente, el chavismo vive en los senos de PJ, AD y UNT.
Es predecible el final constitucional que tendrá esta historia repetida que, sin más análisis, le hará otra cicatriz a la república. Políticamente, la suerte del G3 está echada. Tres directivas que se proponen dar al traste con lo que queda de sus partidos políticos, a fin de cuentas, el país ha quedado pasmado con la necesidad de poder que los mueve en esta nueva plasta que ponen. Tan de la mano van con Miraflores, que durante la semana el régimen oprimió el botón mute, dejando que la oposición se destruya sola. Al final, es bueno que esto ocurra, pues de cara a unas elecciones presidenciales, la decisión para los ciudadanos será mucho más sencilla. Adiós a los fracasados de dos décadas PJ,AD y UNT, bienvenida la nueva unidad política del país.
Miguel Peña
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