Adiós al sueño americano
Las nefastas decisiones tomadas el pasado enero respecto al GI, desatan un mar de consecuencias que, además de dejar incierto el futuro de nuestros activos, produce sensaciones negativas de cara a la presión internacional sobre Maduro. El infinito desconocimiento del manejo diplomático que muestra la directiva títere del G3, es una clara señal de que la improvisación y la venganza política no los dejó medir el profundo daño, una vez más, que le ocasionarían al país; quizás siempre lo tenían claro y no les importó. No es suficiente con tener que luchar con un régimen opresivo, ahora se hace imperativo defenestrar al liderazgo que entorpece a la oposición.
AD, PJ y UNT pisotean uno de los principios básicos de la política: el sentido común. Luego de varias semanas, todavía cuesta entender tamaña locura en contra del interinato. Vuelta tras vuelta, se buscan explicaciones coherentes y, por que no, psicológicas, para tratar de justificar porque la dirigencia de estos partidos tomó esta ruta vergonzosa y escabrosa. Por supuesto, no sorprenden ninguna de las conclusiones o análisis de este de tema, pues todos llegan al más lamentable destino: el G3 negocio con Miraflores el finiquito del gobierno interino; así sin anestesia.
La contundencia que tiene nuestro primer aliado, EE.UU., marca la agenda que emprenderá en las próximas semanas la comunidad internacional en torno al golpe de estado que el G3 propinó. Aunque los gobiernos del mundo procurarán no usar dicha expresión, no es un secreto que en los corrillos diplomáticos y en reuniones petit comité, se deja colar la inconstitucionalidad en la que se pone el legislativo electo en el 2015. ¿Un gobierno parlamentario? Los dirigentes “filósofos” del desaguisado parlamentario, se han graduado con honores en la escuela del ridículo, y la trampa fundada por el chavismo desde el año 92
El resguardo y la toma de las distintas sedes diplomática venezolanas que EE.UU. tomó, es una de las primeras medidas fuertes que se ejecutan como contramedida del limbo constitucional causado por el G3. Tantas advertencias desoídas, ahora son hechos consumados y no valen de nada aquellas conjuras: “estaremos blindados y protegidos”. La directiva de la AN2015 debe dar la cara, principalmente la presidente Dinora Figuera, quien asumió el papel servil de presidir a control remoto y sin tener la experticia necesaria, al único poder legal de Venezuela. Figuera fue una irresponsable al culpar a Carlos Vecchio y a Gustavo Tarre de la decisión tomada sobre las sedes diplomáticas.
El sueño americano de PJ,
AD y UNT murió desde el inicio. Que un parlamento designe diplomáticos, no cuela
en ninguna parte del mundo. Acostumbrados a las peripecias políticas, el G3
deja en la picota a una directiva de la AN2015 formada por cuatro señoras, que tienen
un desconocimiento total de la ley aprobada para eliminar a la presidencia encargada.
No solo eso, ahora les toca explicar, cómo únicas responsables, el desastre que
sus jefes de partidos impulsaron. El desmentido de Gustavo Tarre, deja muy mal parada
a la nueva presidente -por internet- del parlamento. En política, las malas decisiones
se pagan a un precio que jamás se termina de saldar.
Miguel Peña
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