Consulta Medieval
No cabe duda la necesidad que tiene la oposición democrática de tener un solo líder que represente a los sectores que adversan a la dictadura. En todos estos años de oprobio chavista, la destrucción del país no fue la única misión concebida en el Samán de Güere, también, el control y la sumisión de los partidos políticos se convirtió desde el principio, en un objetivo militar para Chávez. Ciertamente, en contadas ocasiones, la dirigencia opositora logró esquivar cualquier zancadilla propuesta por el militar golpista, sin embargo, al sol de hoy es lamentable concluir que Maduro tuvo éxito donde su progenitor falló.
La heterogeneidad del pensamiento político opositor venezolano, traspasa la delgada línea que separa las normales diferencias partidistas, de las luchas fratricidas por el poder. Es aberrante como el liderazgo que adversa al régimen, permitió que cada interés individual por la silla presidencial, fuera más importante que la urgencia social de la reconquista de la democracia. Es visible que gran parte de la oposición ya no pelea en contra de Maduro, sino hace una suicida y, hasta inmadura, lucha hacia si misma. La carrera sin freno que ha desatado las primarias, deja al descubierto la fortaleza más destacable del chvavismo: la oposición.
Las primarias se encaminan -si todo sigue como aparenta- a convertirse en un frívolo certamen de belleza. No existen criterios para los aspirantes, el requisito primordial es que forme parte de cualquier movimiento político. No importa si es alacrán o financiado por el régimen. La Comisión Nacional de Primarias (CNP) parace desconocer que su función principal, es ser garante de una elección opositora. Es decir, trata de asumir casi un rol de CNE que no le corresponde, pues reunirse con quien públicamente concuerda con los designios de Miraflores, no puede ser considerado aspirante ni precandidato.
SI escarbamos un poco más, entenderemos que existe propuesta y media que se presentan como alternativa novedosas. Propuesta y media, porque con la indecisión persistente que tiene Juan Guaidó, hasta ahora, solo Delsa Solorzano es la precandidata que presenta algo distinto dentro del mundillo opositor. Los demás aspirantes, forman parte de esa estructura política que fue deformada por el chavismo. Partidos que nada más se limitan a emular prácticas y acciones rojas rojitas. Ya eso de “consulta popular”, es un eufemismo vulgar para quienes siempre escoden sus bajas intenciones.
El G3 no quiere primarias, sino consulta medieval; eso lo sabe hasta el señor del papagayo. Los últimos movimientos de partidos como PJ, dejan evidencia forense de cuál sería el destino final de las primarias, si la ciudadanía no espabila y defiende el evento electoral. El anuncio del partido amarillo sobre una "consulta para elegir su abanderado" a primarias, es la frase velada para escoger a un candidato sin tomar en cuenta a las bases. Veremos si Ocariz y Guanipa se dejan meter ese strike, o seguirán como payasos de ese circo político llamado Primero Justicia. En Venezuela la consulta popular ya no significa que la gente decida, más bien, es la frase bonita para que un conclave designe al rostro que defienda sus intereses.
Miguel Peña
@miguepeg
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