Sucia alcabala

 

Las Primarias avanzan como tren a toda marcha. Logística, centros de votación, reglamento, candidatos y la emoción ciudadana de votar, hacen que el proceso se transforme en un acto que va más allá de elegir a un candidato opositor, es decir, ahora es una elección sólida y vinculante socialmente. Desde que se inició el camino para escoger al promotor del cambio y el contendor del régimen, son muchas las alcabalas que se han sorteado. Por supuesto, falta mucho para el 22O y cualquier cosa puede ocurrir, sin embargo, mientras los días pasan, los venezolanos entienden con claridad que las Primarias es el comienzo del cambio. 

Lógicamente, los primeros afectados de la escabrosa red de obstáculos planificados en Miraflores, es la Comisión Nacional de Primarias. La coalición de poder entendió que no puede permitir que el proceso se realice, pues de este acto saldrá un líder opositor con todas las de la ley; sin dedos, sin dinero enchufado y lo mejor, sin el color rojo a cuestas. Los venezolanos hemos visto la punta del iceberg en la estrategia preparada con el objetivo de destruir y desprestigiar a los miembros del CNP. El fondo, oculta las amenazas personales, chantajes y el soborno como parte de esa táctica macabra para no dejar el poder. Razón por la que cada “dirigente” que se preste a la narrativa doble color del “candidato consensuado”, es parte del plan que busca alargar la tragedia nacional. 

Como una vulgar alcabala que matraquea, el propósito era ralentizar desde dentro el proceso para que al final no se pudiera realizar por cuestiones de tiempo. Como no pudieron, el segundo paso fue renunciar y objetar todo el trabajo de la CNP; y fallaron de nuevo. Más de 3 mil centros de votación se han confirmado para el 22O, número que supera las expectativas de los más positivos y, claro, tira bajo tierra, al tinglado de voces agoreras que presagian una debacle del evento electoral. Las juntas regionales trabajan sin descanso a pesar de los pocos escrúpulos de algunos exintegrantes de la misma Comisión, que se dedican a dinamitar las Primarias por órdenes de sus jefes partidistas.  

Ni hablar de los candidatos y sus campañas. El régimen ha desatado la narrativa de venganza, odio y resentimiento contra cada uno de los dirigentes que buscan ser elegido como el líder de la oposición, más aún, apunta aquellos que se ven mejor posicionados en las encuestas azules y rojas. Las múltiples revueltas de malandros pagados han tratado entorpecer los actos de campaña en cada ciudad. El top 5 de los candidatos ha sido víctima de ataques y boicots para evitar las masivas concentraciones de calle. Tan evidente se hace que el régimen perdió la calle, que ahora las tramoyas no las montan las asalariadas huestes chavistas, sino las mismas alcabalas de la Guardia Nacional; el poder hace aguas. 

Alcabalas y peajes no son justificación para dejar de votar el 22O. Cada opositor y, porque no, cualquier venezolano fuera y dentro del país, debe asumir las Primarias como un proceso propio de la democracia que ayudará al verdadero cambio. En 35 días el país y el mundo estarán expectantes por ver como los ciudadanos sacan adelante un proceso electoral sin militares, burocracia estatal y sin el desprestigiado CNE; sencillamente el momento ha llegado. La misión no termina con votar, el trabajo duro viene el día después de elegir a nuestro candidato (a), porque cada voto emitido debe unificarse en un solo bloque que fortalezca la lucha que significará poder inscribirse en las presidenciales 2024. Alcabalas habrá en todos los frentes, lo importante es pasarlas unidos. 

 

Miguel Peña G. 

@miguepeg