Sintonía

 

Ha vuelto a suceder. El régimen sigue con sus espuelazos desde el piso que, si bien pueden ser mortales para quien los pueda recibir, no ocultan la tortuosa agonía que vive puertas adentro de cara las presidenciales. Queda demostrado que el posible el candidato del PSUV sigue en caída libre. Bandazo tras bandazo, los errores de cálculo dejan un rastro inequívoco de que la retórica se desintegra al mismo tiempo que la popularidad roja y, a medida que pasan los días, queda claro que el país se encuentra en momentos definitorios. No hay vuelta atrás, Maduro ya no puede escabullirse del destino electoral. 

Diciembre se hace interminable para el régimen, pues no ha llegado noche buena y su ineficacia ha quedado expuesta nuevamente. Luego de las Primarias, la coalición de poder entró en un ciclo negativo indetenible que parará en las elecciones presidenciales. Sin perder la perspectiva, el sentido de realidad y sin menospreciar la capacidad de maniobra que todavía manejan en Miraflores, no es equivocado afirmar que el chavismo está fuera de la sintonía nacional. No solo los sondeos de opinión serios reflejan la debacle electoral, la necesidad de cambio se convierte en un sentimiento colectivo que se percibe en todas las ciudades del país. 


El resultado del 3D marcó la ruta y el encuentro Maduro-Irfaan, enterró el circo del Esequibo. Una derrota diplomática e internacional que, sin filtro, quema las banderas de patriotismo histérico que el régimen enarboló para tapar el resultado del 22O. Era predecible que de esa reunión no saliera absolutamente nada y, lo peor, es que la posición de Venezuela ante el reclamo histórico del Esequibo queda disminuida y en desventaja jurídica. Nunca importó la zona en reclamación, el propósito es mantener el poder a costo de seguir desmembrado el territorio. Una jugada fatal que suma saldo a la extensa factura electoral. 


Mientras las arengas quedan sin efecto, María Corina sorprende en positivo a propios y extraños con acciones que distan mucho de aquel radicalismo furibundo, sencillamente, así es que se construye un liderazgo. En otra movida política impredecible, la candidata unitaria le aplica al régimen la vieja estrategia del desesperado, es decir, dejar al oponente en espera y sin conocimiento de cuál será la agenda. Con la comparecencia in extremis al “tsj” para interponer la demanda contra una inhabilitación inexistente, deja sin respuesta a Miraflores que, sin dudas, recibe otro golpe político, social y comunicacional; así se ganan elecciones. 


María Corina sigue en sintonía con la realidad del país, esa que exige un cambio urgente. La mejor forma de derrotar a una dictadura es sorprenderlos políticamente, algo que Machado logra todos los días. Quizás, hace algunas cosas con un pañuelo en la nariz, sin embargo, prioriza la necesidad de la nación por encima de sus pareceres individuales. Que el régimen anticipara o no lo hecho por MCM ante el “tsj” es lo de menos, lo sustancial, es que la pelota está del lado de Maduro quien ahora no tiene excusas. Por otro lado, el acuerdo de Barbados que estaba casi extinto recobra vida con esta estrategia quirúrgica. Lo dijo la candidata: "...lo ocurrió hoy no se lo esperaban, el tablero se está moviendo y están ocurriendo cosas".  

 

Miguel Peña 

@miguepeg 

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