Esto no es política

 


Todo febrero nos rememora aquel sucio y artero 4F del año 92. Lamentablemente, los venezolanos seguimos en un bucle obligado donde la barbarie atosiga y amedrenta. Demasiada agua ha pasado por debajo del puente republicano desde la asonada militar de los 90, situación que en vez de mostrarnos como víctimas nos convierte en una sociedad inerme que permitió la destrucción del país; estamos al extremo de una tierra en apocalipsis. Si se hubiera dado al régimen chavista solo el 25% de aquel inmerecido rechazo total que se le otorgó a Carlos Andrés Pérez por aumentar 0,25 la gasolina, la situación sería distinta. 

Claro, a esta altura no es bueno hacer leña del árbol caído, sin embargo, es deber recordar a cada instante que el régimen chavista seguirá hasta el día que los ciudadanos lo permitamos. Cuando la brújula militar apunta el camino ciudadano, los escenarios de cambios sociales son más factibles y reales, pero a veces es la gente la que debe marcar el norte y fijar rumbo a un destino mejor. Esto, querido lector, también es hacer política ciudadana activa. Aunque parezca cruel, el esfuerzo demostrado  hasta ahora no es suficiente. Si, es un régimen criminal y asesino que no escatima nada para eliminar a sus oponentes, ¿Entonces que hacemos?  


Una pregunta sin respuesta porque cada quien vive su necesidad al día y eso la dictadura lo administra muy bien. Sin apartar la destrucción del sistema eléctrico, los cortes de luz y el racionamiento indiscriminado, forman parte del plus macabro que nos condena y convierte en esclavos; ya no somo dueños de nuestro tiempo. La estrategia económica roja aupada por empresarios enchufados, inunda las redes con campañas publicitarias de financiamiento de vehículos en un país donde el salario es de 12$ al mes; en fin. Todo es parte de los mismo, hacerle creer al ciudadano que la única opción es dormir con el enemigo de la democracia, la civilidad, del profesionalismo; si hay “dinero” no importa quien gobierne. 


A ese caldo oscuro le falta un ingrediente más mortal. Ese grupo de “personajes políticos” que ayudan a barnizar el desgaste que sufre la nefasta dictadura. De políticos no tienen ni la tilde, solo demuestran ser inefables rapaces oportunistas, capaces de vender a sus madres por unas cuantas monedas. Allí también está la debilidad ciudadana, permitir que semejantes bodrios logren alguna palestra pública. Fue más fácil culpar a Guaidó y al GI que señalar a los alacranes que viajaron defender al Zar del Clap. Tampoco es política dudar de nuestra candidata: "que no está habilitada, ella debe nombrar a un sucesor", y una infinidad de justificaciones que servirán solo para que al final se exclame la misma frase de siempre: “fue culpa de...” 


Está claro que la política no corresponde nada más a la dirigencia. Es menester de todos enfocar nuestro esfuerzo en varios objetivos: Protestar por condiciones electorales, demostrar el apoyo irrestricto a la candidata, no caer en la retórica rojita, condenar públicamente a los enchufados, cerrar filas con las ONGs y conquistar la fecha definitiva para las presidenciales. Si dejamos pasar el tren no habrá vuelta atrás, Maduro GANARÁ. Recuerde que la Serie del Caribe no durará para siempre. Por supuesti, existen múltiples factores que permitirán -por las buenas o por las malas- la salida del régimen, pero nosotros los ciudadanos, somos el determinante. 


Miguel Peña G.
@miguepeg

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