No Importa el Tablero




Trasegar la furia y el descontento, se nos ha vuelto una tarea casi diaria. Las aseveraciones que apuntan a que no aprendimos nada en 20 años de dictadura, se equivocan de entrada, porque nadie puede ocultar el hecho de que los venezolanos, hemos demostrado gran capacidad de aguante y recuperación en la interminable lucha política que nos ha tocado librar, para reconquistar la democracia. No existen más explicaciones que dar, la ciudadanía sabe muy bien a que se enfrenta, quienes son los responsables de las desdichas y cuales son las posibles salidas del oprobio que padecemos. Con el paso de las horas se darán acontecimientos cruciales e intensos; razón que nos convoca a tener sensatez y calma.

Paradojicamente, esa prudencia que debe prevalecer en momentos tan difíciles, se ve empujada por la necesidad de obtener resultados rápidos y duraderos. Bajo esta premisa, es justo resaltar la importancia de establecer y ejecutar acciones políticas con una precisión quirúrgica, que desemboquen en el final del eje que nos mueve desde el 5 de enero: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Ese equilibrio entre la urgencia social, el parsimonioso accionar diplomático y la firmeza política, los pone en práctica el presidente encargado. Juan Guaidó entiende que, Maduro, ha vendido cara su salida; él dictador no se irá en paz. Guaidó, interpreta -sin medias tintas- los intereses del país, que en estos momentos pasan por lograr un objetivo: sacar al régimen de Miraflores.

El axioma que se destaca desde la presidencia transitoria, la Asamblea Nacional y la Oficina Oval es: todas las cartas están sobre la mesa, entendiendo que esas alternativas -cualquiera que sean- van de la mano con la “polémica” solicitud de apoyo militar internacional. La administración Trump, si bien se maneja de forma inédita en las relaciones exteriores con sus aliados y enemigos, mantiene los mismos preceptos básicos establecidos por la institución con más poder de Estados Unidos, La Casa Blanca. Es decir, cuando existe un estorbo y una amenaza real a la seguridad nacional estadounidense, el problema hay que extirparlo.

Maduro y su triunvirato representan un grave problema geopolítico, no por los mamarrachos que lo personifican o, la inmensa diáspora que inunda a LATAM, sino gracias a los diferentes países que manejan al combo rojo criollo. Rusia, China, Palestina y Turquía, forman un entramado peligroso para occidente, la administración Trump lo entiende y, asimismo, Colombia y Brasil. En Europa, las grandes potencias como Reino Unido, Alemania y Francia, han quedado convencidas de que él socialismo del S.XXI, es un eslabón que servirá en la construcción de un eje antioccidental sin precedentes. Suena a ficción, sin embargo, los inmensos recursos minerales de nuestra nación, son un lomito -armamentista- que todos quieren engullir; sin cuchara, cuchillo y tenedor.   

Ciertamente, nuestros vecinos reunidos en el Grupo de Lima, se han manifestado en contra de una intervención militar en Venezuela -claro en público-, lo que pareciera que deja muy poco margen de maniobra a Guaidó y a la AN; nada más lejos de la verdad. EEUU no pertenece a este grupo participa como invitado, asesor o arrocero. Este “pequeño detalle” es tan significativo, que voceros del gobierno americano ha explicado que respetan al GL, pero que eso no les impide accionar cuando sea necesario. Hasta el mismo Cabello, lo expresó en una concentración de arreados. Entonces, las opciones en la mesa siguen y dentro de poco se darán en singular.

No importa el tablero en el que se juegue, la mesa de opciones se convertirá -indefectiblemente- en mesa táctica.  La refriega de resoluciones dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, dan cuenta de que los valores democráticos y el Estado de Derecho, tienen dolientes muy poderosos que defenderán estos preceptos hasta el final, muy a pesar del affaire inmoral de la institución con la ramplona izquierda mundial. El requerimiento de las instancias internacionales se cumplió y deja demostrado que la mayoría de las naciones, quieren la salida de Maduro. Rusia y China con el revés en la ONU, saben que la suerte está echada, a pesar de que la resolución impulsada por EEUU no fue aprobada; queda esperar el puntillazo final.

Miguel Peña G,
@miguepeg

Comentarios

  1. ..HEMOS aGUANTADO YA TANTO.. HEMOS SACRIFICADO tANTO... QUE BIEN VALE LA PENA aGUANTAR UN POCO MAS Y TENER fE...!!!

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